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Nuestra sociedad ha operado profundos cambios en el último siglo y el Arte no ha sido la excepción.

Con la posibilidad de realizar la reproducción fotográfica de imágenes y , todavía más, con la reproducción de imágenes en movimiento que nos ofreció el cine, los conceptos de tiempo y espacio en el Arte cambian.

En contraposición a aquellas “pocas” y, por ello, “valiosas” imágenes dignas de devoción, con algo que las distingue, que las hace diferentes , atrayentes, “mágicas” , y a las que tenemos que hacer el esfuerzo de buscar en su espacio, adentrarnos en su mundo; tenemos , “muchas”, enorme cantidad de imágenes, nuevas imágenes que se suceden y se superponen, que “se nos presentan”, se nos aparecen continuamente, en nuestra vida cotidiana de forma permanente y progresiva.

Los avances tecnológicos han abierto una gran ventana , a la que (casi) todo el mundo puede acceder a contemplar arte. Piezas que nos eran inaccesibles, pueden estar a nuestro alcance con sólo accionar un “clic” y no sólo eso, sino que podemos reproducirlas una y otra vez a nuestro antojo.

No es sino un reflejo , en realidad de lo que nos está ocurriendo. Como la obra de arte, vivimos nuestras vidas llenas de reproducciones : levantarse, desayunar, trabajar y como la misma obra de arte, nuestra vida es una sucesión vertiginosa de imágenes. Se vive el “momento”, queremos las cosas para “ya”.

Hace el Sr. Walter una comparación entre actriz de teatro y del cine, haciendo notar el extrañamiento de la actriz frente al cinematógrafo , de la misma manera que lo siente frente a su aparición en un espejo.
Actúa en el teatro con todo su ser para un público que lo siente en ese momento irrepetible. En cambio, actúa con toda su persona viva , pero renunciando a ese contacto espiritual que le proporciona la escena cuando actúa para una cámara.

Dice Benjamin que el lector siempre está dispuesto a ser un escritor y pone como ejemplo lo que ocurre en los buzones de la prensa diaria donde casi todo el mundo ha publicado una experiencia o una queja y subraya que la distinción entre autor y público está a punto de perderse.

La forma de relacionarse con el arte también ha cambiado y si al contemplar un Picasso , el público adoptaba una actitud distante, “retrógrada”, con el cine adopta una actitud participativa reaccionando ante, por ejemplo, una película cómica.

La cantidad se ha convertido en calidad. Las masas buscan disipación, pero el arte reclama recogimiento. Estos conceptos se contraponen : quien se recoge ante una obra de arte, se sumerge en ella , se adentra en la obra ; por el contrario, la masa dispersa sumerge en sí misma a la obra artística.

Por último hace hincapié en la proletarización creciente del hombre actual y el alineamiento creciente de las masas:

“....mientras que el orden de la propiedad impide el aprovechamiento natural de las fuerzas productivas, el crecimiento de los medios técnicos, de las fuentes de energía, urge un aprovechamiento antinatural.”

“la guerra imperialista está determinada en sus rasgos atroces por la discrepancia entre los poderosos medios de producción y su aprovechamiento insuficiente en el proceso productivo (con otras palabras: por el paro laboral y la falta de mercados de consumo).

“La humanidad, que antaño, en Homero, era un objeto de espectáculo para los dioses olímpicos, se ha convertido ahora en espectáculo de sí misma. Su autoalineación ha alcanzado un grado que le permite vivir su propia destrucción como un goce estético de primer orden”.

En mi opinión , Benjamín , aunque con algunos matices, está en lo cierto a grandes rasgos en su análisis. Los adelantos técnicos no están en la misma proporción que la cultura de las masas y su utilización , mas bien su “manipulación” hace que estos medios puedan llegar a ser peligrosos.
Sin embargo, no se puede negar su utilidad , su aspecto más positivo al permitir el acceso a la cultura y al arte a cualquier persona y no sólo a unos pocos entendidos.

Por otro lado ¿cómo podemos estar seguros de nada en la actualidad cuando sabemos que todo puede manipularse y mostrársenos de forma totalmente natural? ¿cómo distinguir una verdad de la mentira cuando del engaño mismo se ha hecho todo un arte?
¿no es lo más valioso de su autenticidad el sentimiento que nos transmite una obra de arte?
¿ no estamos perdiendo algo de humanidad al renunciar al aura de una pieza?